Saturday, March 14, 2015

Error en Washington, frenesí en Caracas

En: http://prodavinci.com/blogs/error-en-washington-frenesi-en-caracas-por-rafael-rojas/

Rafael Rojas

Cuando el secretario John Kerry declaraba hace días que el único gobierno latinoamericano que no estaba contento con la normalización diplomática con Cuba era el venezolano, muchos pensamos que en Washington estaban decididos a no dejarse provocar por el bloque bolivariano.

La decisión de Barack Obama de incluir ese país sudamericano dentro del procedimiento de acciones ejecutivas, por causa de amenaza “inusual y extraordinaria” a la seguridad nacional de Estados Unidos, es, a todas luces, una respuesta equivocada al desafío de Caracas.

Desde diciembre del 2014 el Congreso, mayoritariamente republicano y enfrentado al presidente en varios temas domésticos e internacionales, había autorizado a Obama aplicar sanciones contra Caracas. ¿Qué hizo el gobierno de Nicolás Maduro desde entonces? En vez de desescalar la tensión, lo que habría favorecido las negociaciones con La Habana, Maduro arreció la represión de opositores pacíficos, arrestó al alcalde Antonio Ledezma, acusó a Estados Unidos de propiciar un golpe militar, redujo el personal diplomático de Washington y prohibió la entrada a Venezuela de siete políticos norteamericanos, incluidos varios congresistas en funciones.

La respuesta de Obama ha sido aplicar, a siete funcionarios venezolanos, sanciones económicas en el territorio de Estados Unidos. Sus visas serán revocadas y sus cuentas, temporalmente, congeladas. No se trata de un embargo extraterritorial o una Ley Torricelli o Helms-Burton, pero sí de algo que el gobierno de Maduro puede presentar como una declaración de guerra —la acción “más agresiva de la historia”, dijo el mandatario, con lo cual la supuesta implicación del gobierno de George W. Bush en el golpe de Estado de 2002 queda en entredicho—, que le permite reforzar sus ya amplias facultades extraordinarias, gobernar por decreto y reprimir a la oposición, por razones de seguridad nacional.

Quienes hemos vivido, por décadas, el conflicto entre Estados Unidos y Cuba, conocemos a la perfección ese expediente de la “amenaza de agresión imperialista”. Fidel y Raúl Castro han salido, naturalmente, a aplaudir a Nicolás Maduro y a Diosdado Cabello por asumir que Venezuela está al borde de una invasión de Estados Unidos. Los discípulos han aplicado lealmente el formato fidelista: informan al pueblo de planes imperiales, revelados por sus poderosos servicios de inteligencia, y llaman a cerrar filas, es decir, a aplastar a la oposición interna, en un año electoral.

La reacción de Caracas ha sido tan expedita y vehemente, que pareciera que en Miraflores esperaban las sanciones de Obama, como se espera un regalo. Hugo Chávez siempre aspiró a que Estados Unidos tratara su socialismo de la misma manera como trató el cubano en los años 60. Era ese trato hostil el que faltaba al proyecto bolivariano para ser considerado, finalmente, una “Revolución”. Ahora el deseado trato parece llegar, pero no está Chávez para capitalizarlo y en La Habana lo que más se desea es un entendimiento con Washington.

No comments:

Post a Comment