Por Elizabeth Fuentes @fuenteseliz.-
Un poco tarde reaccionaron los encargados de ocultar lo que ya todo el país vio: las fotos de la niñera del ministro Elias Jaua en Facebook, donde Yaneth Anza publicaba las evidencias de sus viajes a Paris, Ginebra, Cuba o México, casualmente durante los años cuando Jaua fue Canciller.
Ahora a los encargados de aminorar el escándalo, no se les ocurrió mejor idea que desaparecerla de la red social de donde se han nutrido buena parte de los medios de comunicación de América Latina para identificarla. Quien quiera buscar ahora a Yaneth Anza en Facebook, se topará con la sorpresa de que aparece Carmen del Carmen, una usuaria sin foto (un dibujo de una silueta femenina sustituye su sonriente imagen anterior) y todas las fotos de ella en Paria, Ginebra, Cuba o México, desaparecieron por completo. Solo es posible ver las fotos de los amigos de “Carmen del Carmen”, casualmente los mismos que son amigos de Yaneth, muchos de los cuales llevan el apellido Anza.
Un poco tarde la movida, porque la noticia del “error involuntario” de la trabajadora detenida por breve tiempo en Sao Paulo por el presunto delito de contrabando de armas ya apareció en todos los diarios y portales de América Latina con las fotos tomadas de su Facebook.
Lo cierto es que con este acto, cabe inferir en primer lugar que el escandaloso caso y las fotos de la niñera viajando con sus jefes por medio mundo, debe haber socavado y mucho la imagen del defensor de los desamparados que se ha querido construir Elías Jaua, quien es visto ahora como un hombre que utiliza en su beneficio personal los privilegios del poder. Y en segundo lugar, que los líderes chavistas hicieron con el Facebook de Yaneth Anza lo mismo que suelen hacer con cualquier hecho que no les convenga ventilar: apelar a la censura, ocultar las evidencias, meter el sucio debajo de la alfombra. Que en el caso de Jaua, debe ser persa, carísima.
Un poco tarde reaccionaron los encargados de ocultar lo que ya todo el país vio: las fotos de la niñera del ministro Elias Jaua en Facebook, donde Yaneth Anza publicaba las evidencias de sus viajes a Paris, Ginebra, Cuba o México, casualmente durante los años cuando Jaua fue Canciller.
Ahora a los encargados de aminorar el escándalo, no se les ocurrió mejor idea que desaparecerla de la red social de donde se han nutrido buena parte de los medios de comunicación de América Latina para identificarla. Quien quiera buscar ahora a Yaneth Anza en Facebook, se topará con la sorpresa de que aparece Carmen del Carmen, una usuaria sin foto (un dibujo de una silueta femenina sustituye su sonriente imagen anterior) y todas las fotos de ella en Paria, Ginebra, Cuba o México, desaparecieron por completo. Solo es posible ver las fotos de los amigos de “Carmen del Carmen”, casualmente los mismos que son amigos de Yaneth, muchos de los cuales llevan el apellido Anza.
Un poco tarde la movida, porque la noticia del “error involuntario” de la trabajadora detenida por breve tiempo en Sao Paulo por el presunto delito de contrabando de armas ya apareció en todos los diarios y portales de América Latina con las fotos tomadas de su Facebook.
Lo cierto es que con este acto, cabe inferir en primer lugar que el escandaloso caso y las fotos de la niñera viajando con sus jefes por medio mundo, debe haber socavado y mucho la imagen del defensor de los desamparados que se ha querido construir Elías Jaua, quien es visto ahora como un hombre que utiliza en su beneficio personal los privilegios del poder. Y en segundo lugar, que los líderes chavistas hicieron con el Facebook de Yaneth Anza lo mismo que suelen hacer con cualquier hecho que no les convenga ventilar: apelar a la censura, ocultar las evidencias, meter el sucio debajo de la alfombra. Que en el caso de Jaua, debe ser persa, carísima.
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