En: http://www.lapatilla.com/site/2014/11/01/miami-la-capital-del-exilio-latinoamericano/
Simone de Souza es una brasileña de clase media-alta que llegó a vivir a Miami hace cinco años junto con su familia, publica El Tiempo.
Huía de la crisis económica de su natal São Paulo y tenía la
esperanza de volver si Aécio Neves ganaba las recientes elecciones
presidenciales.
Su decepción fue muy grande al ver que la presidenta Dilma Rousseff fue reelegida.
“Somos una colonia grande de brasileños en Miami que estamos cansados
de la crisis, de la corrupción y sobre todo de la alianza de Dilma con
Venezuela, Cuba, Bolivia. Por ahora Miami seguirá siendo nuestro hogar”,
le dijo Simone a EL TIEMPO tras saberse el resultado de las elecciones
presidenciales en su país de origen.
El pensamiento de Simone concuerda con muchos otros latinoamericanos
que han llegado a Miami huyendo de los gobiernos de izquierda de sus
países.
Aunque unos con más motivaciones que otros, tienen algo en común: su
animadversión por todo lo que suene a izquierda o socialismo del siglo
XXI.
Para Eduardo Gamarra, profesor de Estudios Latinoamericanos de la
Universidad Internacional de la Florida, en Miami se tiende a ver el
triunfo de Dilma como una victoria de la izquierda, que consolida el
socialismo y la visión antinorteamericana en algunos países de la región
y, según él, excepto en Venezuela la realidad es muy distinta.
“En Brasil no hay socialismo del Siglo XXI, poco ha cambiado la
política económica de Fernando Henrique Cardoso en los gobiernos de Lula
y de Dilma, por eso veo que es un error comparar a Brasil con
Venezuela, donde todas las reglas de juego sí cambiaron”, sostiene el
catedrático.
Sin embargo, la percepción de Simone es diferente, pues ella sostiene
que desde que subió la izquierda al poder en su país, todo se ha venido
abajo y teme que allí se termine viviendo en el futuro como en
Venezuela.
“El caso venezolano y de Cuba es tan patético y lo vives tan de cerca
cuando resides en Miami. Son muchos los amigos de distintas
nacionalidades que, cuando nos reunimos, siempre sale a flote el tema
político y nuestra animadversión por todo lo que huela a izquierda”,
dice esta brasileña de 40 años, que trabaja en una oficina de abogados.
Miami, la beneficiada
Según Gamarra, ha sido Miami la gran favorecida con este flujo de
latinoamericanos que han llegado huyendo de las izquierdas de sus
países.
“Miami es la afortunada beneficiaria de una colección de desaciertos políticos de EE. UU. en Latinoamérica”, dice el profesor.
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