FRANCISCO OLIVARES
| EL UNIVERSAL
sábado 1 de noviembre de 2014 12:00 AM
Por primera vez la mayoría de
la población comprende que el modelo económico promovido por el
socialismo del siglo XXI no sirve. Así de claro, 80% de la población se
da cuenta que el paraíso prometido, la gran potencia económica, la
igualdad social, no va a ocurrir, no existe, y tampoco vendrá. Y
comprende que las cosas están "mal o muy mal". En ese universo están
incluidos 45% de personas que se identifican con el chavismo.
Los datos aportados por el último estudio de Datanálisis confirman lo que otras encuestadoras y consultoras financieras y de opinión han estado registrando en sus estudios del último trimestre, eso incluye a consultaras cercanas al Gobierno.
Lo más significativo es que también por primera vez la gente ubica la responsabilidad en el presidente Maduro y el Gobierno que preside.
El "Dakazo" y la "guerra económica" han quedado como fantasmas indeseables en los que ya nadie cree y solo queda como consigna propagandística para el minoritario grupo ideológico que todavía vive de los derivados de la revolución.
La supuesta guerra económica llevaría ya casi dos años de existencia, pero ni los miles de inspectores, ni la Fuerza Armada, han tenido resultado alguno, pues los pronósticos indican que para 2015 la inflación llegará a los tres dígitos.
Pero el Gobierno no hace cambios, no toma medidas, no consulta con el resto de la sociedad, no busca a los especialistas, no escucha y tampoco se percata de que ha perdido el apoyo de sus propias bases que también dudan del modelo implantado
Los ministros intentan recobrar la confianza anunciando bonanza económica para 2015. Otros aseguran que aun con un barril de petróleo a cero bolívares Venezuela no será afectada en su economía. De la deuda no se habla y la inflación y la escasez no existen.
Los temas prioritarios son intrascendentes sucesos como la supuesta "afrenta" del cantante Maula por lo de la bandera invertida o la conspiración armada del profeta contra Venezuela.
Sobre las colas para obtener productos que desaparecen surge ahora otro culpable, los buhoneros, y especialmente los extranjeros cedulados en los últimos años.
Por ello Maduro intenta reproducir el éxito parcial que tuvo hace un año con el "Dakazo" que le subió la popularidad por un mes, para desvanecerse en la frustración de los consumidores.
Así que nuevamente, con el advenimiento de las navidades movilizarán a unos 300 mil funcionarios entre colectivos y militares para caerles encima a los comercios. Como ya ocurrió, ello significará más negocios cerrados y más desempleo. También más gente empujada a trabajar en el "bachaqueo", hoy por hoy, el oficio más extendido en el país.
Alguien comentaba en estos días: "Maduro se aburrió de gobernar".
Así, pues, se anuncia una nueva ofensiva económica, una revolución bancaria, una revolución policial, una ofensiva contra las universidades privadas o un plan cívico- militar para los buhoneros".
Lo cierto es que la ausencia de medidas de fondo se sustituye con las mismas ofensivas de la guerra económica, pero con otros nombres.
Los datos aportados por el último estudio de Datanálisis confirman lo que otras encuestadoras y consultoras financieras y de opinión han estado registrando en sus estudios del último trimestre, eso incluye a consultaras cercanas al Gobierno.
Lo más significativo es que también por primera vez la gente ubica la responsabilidad en el presidente Maduro y el Gobierno que preside.
El "Dakazo" y la "guerra económica" han quedado como fantasmas indeseables en los que ya nadie cree y solo queda como consigna propagandística para el minoritario grupo ideológico que todavía vive de los derivados de la revolución.
La supuesta guerra económica llevaría ya casi dos años de existencia, pero ni los miles de inspectores, ni la Fuerza Armada, han tenido resultado alguno, pues los pronósticos indican que para 2015 la inflación llegará a los tres dígitos.
Pero el Gobierno no hace cambios, no toma medidas, no consulta con el resto de la sociedad, no busca a los especialistas, no escucha y tampoco se percata de que ha perdido el apoyo de sus propias bases que también dudan del modelo implantado
Los ministros intentan recobrar la confianza anunciando bonanza económica para 2015. Otros aseguran que aun con un barril de petróleo a cero bolívares Venezuela no será afectada en su economía. De la deuda no se habla y la inflación y la escasez no existen.
Los temas prioritarios son intrascendentes sucesos como la supuesta "afrenta" del cantante Maula por lo de la bandera invertida o la conspiración armada del profeta contra Venezuela.
Sobre las colas para obtener productos que desaparecen surge ahora otro culpable, los buhoneros, y especialmente los extranjeros cedulados en los últimos años.
Por ello Maduro intenta reproducir el éxito parcial que tuvo hace un año con el "Dakazo" que le subió la popularidad por un mes, para desvanecerse en la frustración de los consumidores.
Así que nuevamente, con el advenimiento de las navidades movilizarán a unos 300 mil funcionarios entre colectivos y militares para caerles encima a los comercios. Como ya ocurrió, ello significará más negocios cerrados y más desempleo. También más gente empujada a trabajar en el "bachaqueo", hoy por hoy, el oficio más extendido en el país.
Alguien comentaba en estos días: "Maduro se aburrió de gobernar".
Así, pues, se anuncia una nueva ofensiva económica, una revolución bancaria, una revolución policial, una ofensiva contra las universidades privadas o un plan cívico- militar para los buhoneros".
Lo cierto es que la ausencia de medidas de fondo se sustituye con las mismas ofensivas de la guerra económica, pero con otros nombres.
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