Cable Venezuela-Cuba: el suspenso continúa
ANTONIO PASQUALI | EL UNIVERSAL
lunes 14 de febrero de 2011 04:41 PM
Un cable Reuters fechado en Roma el 31 de enero de 2011 que pasó totalmente desapercibido (sólo Noticias 24 lo dejó en pantalla escasos minutos) informa que la Telefónica estatal cubana ETECSA le recompró a Telecom Italia su 27% de participación en la empresa por 706 millones de dólares, 500 en efectivo y el resto en 36 cuotas mensuales de 5,72 millones.
Telecom Italia es la empresa europea de telecomunicaciones que arrastra el más pesado déficit causado por la burbuja especulativa del año 2000; para diciembre de 2010 su pasivo aún sumaba 32,98 millardos de euros, lo que la ha llevado a desprenderse de casi todas sus participaciones latinoamericanas con la excepción de Brasil y Argentina. Por colaborar con Cuba, en 2007 ingresó por un mes en la lista negra de la SEC norteamericana. Al momento de efectuarse la recompra, Cuba disponía de 1.134.000 teléfonos fijos y 852.000 móviles, y en los libros de Telecom Italia el valor de su participación en ETECSA había bajado de 329 a 297 millones de dólares. En 2006 el recién nombrado en Comunicaciones Ramiro Valdés botó a toda la plana mayor de la empresa para instalar en ella hombres de su confianza. Según algunas fuentes, la negociación se hizo vía la estatal RAFIN SA, la mayor empresa financiera de los "generales empresarios" cubanos, Ramiro Valdés entre ellos. Llama la atención que Telecom Italia haya logrado por su 27% un precio más de dos veces superior al de su valor en libros.
En un par de meses, Venezuela estará conectada con La Habana por un cable de 640 Gb. (un regalo de Chávez al régimen cubano que Venezuela no necesitaba) acerca del cual ya se han emitido inquietantes hipótesis, algunas relacionadas con la posible manipulación electrónica de nuestras elecciones de 2012, otras con el uso militar del satélite Simón Bolívar, la reapertura de estaciones de espionaje electrónico en Cuba a mano de los chinos y la insólita presencia de éstos en la operación cable. La noticia de la nacionalización total de Etecsa añade aún más suspenso a este cuadro por cuanto:
1°, pese a que la señalada compra-venta no representa una novedad absoluta (estaba anunciada), su decisión parece haberse acelerado en vista de la llegada del cable a Siboney. La pregunta es: ¿han deseado los gobiernos de Chávez y de los Castro deshacerse en tiempo útil de un socio-testigo estorboso y al precio que fuere, antes de poner en funcionamiento unas telecomunicaciones integradas venecubanas?
2°, en más de cuarenta años, La Habana, eternamente colapsada en lo económico, nunca dispuso ni de los 400 millones de dólares que cuesta aproximadamente un satélite propio, ni de los 70 millones para pagarse un cable submarino propio cuyo costo se recupera en meses. Pregunta: ¿de dónde sacaron Rafin y Etecsa los 706 millones (de los cuales 500 cash) para comprarle su cuota-parte a los italianos; se los prestaría o regalaría algún generoso donante?
Telecom Italia es la empresa europea de telecomunicaciones que arrastra el más pesado déficit causado por la burbuja especulativa del año 2000; para diciembre de 2010 su pasivo aún sumaba 32,98 millardos de euros, lo que la ha llevado a desprenderse de casi todas sus participaciones latinoamericanas con la excepción de Brasil y Argentina. Por colaborar con Cuba, en 2007 ingresó por un mes en la lista negra de la SEC norteamericana. Al momento de efectuarse la recompra, Cuba disponía de 1.134.000 teléfonos fijos y 852.000 móviles, y en los libros de Telecom Italia el valor de su participación en ETECSA había bajado de 329 a 297 millones de dólares. En 2006 el recién nombrado en Comunicaciones Ramiro Valdés botó a toda la plana mayor de la empresa para instalar en ella hombres de su confianza. Según algunas fuentes, la negociación se hizo vía la estatal RAFIN SA, la mayor empresa financiera de los "generales empresarios" cubanos, Ramiro Valdés entre ellos. Llama la atención que Telecom Italia haya logrado por su 27% un precio más de dos veces superior al de su valor en libros.
En un par de meses, Venezuela estará conectada con La Habana por un cable de 640 Gb. (un regalo de Chávez al régimen cubano que Venezuela no necesitaba) acerca del cual ya se han emitido inquietantes hipótesis, algunas relacionadas con la posible manipulación electrónica de nuestras elecciones de 2012, otras con el uso militar del satélite Simón Bolívar, la reapertura de estaciones de espionaje electrónico en Cuba a mano de los chinos y la insólita presencia de éstos en la operación cable. La noticia de la nacionalización total de Etecsa añade aún más suspenso a este cuadro por cuanto:
1°, pese a que la señalada compra-venta no representa una novedad absoluta (estaba anunciada), su decisión parece haberse acelerado en vista de la llegada del cable a Siboney. La pregunta es: ¿han deseado los gobiernos de Chávez y de los Castro deshacerse en tiempo útil de un socio-testigo estorboso y al precio que fuere, antes de poner en funcionamiento unas telecomunicaciones integradas venecubanas?
2°, en más de cuarenta años, La Habana, eternamente colapsada en lo económico, nunca dispuso ni de los 400 millones de dólares que cuesta aproximadamente un satélite propio, ni de los 70 millones para pagarse un cable submarino propio cuyo costo se recupera en meses. Pregunta: ¿de dónde sacaron Rafin y Etecsa los 706 millones (de los cuales 500 cash) para comprarle su cuota-parte a los italianos; se los prestaría o regalaría algún generoso donante?
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