Wednesday, February 2, 2011

Diálogo

En: http://www.eluniversal.com/2011/02/02/opi_art_dialogo_02A5088811.shtml

ADOLFO R. TAYLHARDAT |  EL UNIVERSAL
miércoles 2 de febrero de 2011  12:22 PM
Lugar: El despacho presidencial en Miraflores.

Participantes: MUD (Mesa de la Unidad Democrática) - El Presidente.

MUD: Presidente, venimos a dialogar con usted atendiendo la invitación que nos hizo cuando presentó su des-Memoria y des-Cuenta en la Asamblea Nacional.

El Presidente: Muy bien. Efectivamente, yo propuse hacer borrón y cuenta nueva y entablar un diálogo. ¿Y quiénes son ustedes? ¡Eh!

MUD: Somos los diputados de la oposición designados por la MUD para participar en el diálogo.

El Presidente: ¿Y quién es la MUDA? ¿Se están burlando de mí porque hablo durante horas y horas sin parar? ¡Eh!

MUD: Presidente, no es la MUDA. Es la M-U-D, la Mesa de la Unidad Democrática, en la cual está representado más del 80% del país. Además, de muda no tiene nada porque sistemáticamente denunciamos los atropellos, los abusos, las violaciones de la Constitución y todos los desmanes y tropelías que usted y su régimen cometen a diario.

El Presidente: Entonces con más razón. ¿Cómo puedo dialogar con quienes me critican? Ustedes son mis enemigos. Aquí estamos en guerra permanente y sin cuartel. Cuando yo reculo, como lo hice en la Asamblea, es para coger impulso. ¿Quién les dijo a ustedes que la MUD puede designar a quienes van a dialogar conmigo? Mis interlocutores los designo yo y ya los escogí. Serán: Sicilia Florero, Diablodado Melena, Iracunda Valeriana, Ariscóbulo Bisturí, Panchito Aires Cardones y Nicki Podrido. Todos son personas ecuánimes, desapasionadas e imparciales que apoyan y aplauden sin chistar lo que yo digo o decido. ¡Eh!

MUD: Pero Presidente, eso es ningún diálogo. Será un monólogo. Además nosotros venimos a proponerle una agenda que atiende los principales reclamos de la sociedad y abarca, entre otros temas, los siguientes: la seguridad ciudadana; la seguridad alimentaria; el control de las dádivas a gobiernos y entidades extranjeras afines a su proyecto político; la devolución a la Asamblea de la ley habilitante; la revocatoria de las leyes inconstitucionales sancionadas por la Asamblea Nacional moribunda a fines del año pasado; la restitución a las gobernaciones y alcaldías de las competencias y poderes que usted les incautó; la revisión de los tratados, acuerdos y "alianzas estratégicas" concluidas con países gobernados por sus amigos y colegas dictadores; el problema de la vivienda; la situación de la infraestructura física del país; la libertad de los presos políticos; la independencia y autonomía de los poderes públicos, la libertad de comunica…

El Presidente: ¡Ah no! ¡Un momento! ¡Párense ahí! ¡Ustedes creen que yo soy pendej...! Los pendej... son ustedes que hace doce años me entregaron el gobierno mediante elecciones democráticas y ahora creen que yo les voy a entregar el gobierno si pierdo la elección en el 2012. Aquí el único que puede proponer una agenda para dialogar soy yo y ya la tengo preparada. Tendrá dos temas: mi reelección hasta que me muera o esté tan decrépito que no pueda seguir gobernando, en cuyo caso designaré a quien me sustituirá, y la extensión de la Ley Habilitante por todo el tiempo que yo sea Presidente. Este último punto no es prioritario porque de todos modos yo hago lo que me da la gana con o sin ley habilitante. ¡Eh!

MUD: Pero Presidente esto es un atrope…

El Presidente: ¡Aquí no hay peros que valgan! ¡O lo toman o lo dejan! Además el resultado del diálogo ya está decidido. Por unanimidad se aprobarán los dos puntos de la Agenda y luego proclamaré el resultado desde el "balcón del pueblo" para que lo ratifique una sesión de parlamentarismo de calle con la participación voluntaria de la masa popular roja rojita traída en autobuses desde todos los confines del país, previo pago de una buena suma de dinero y suministro de rancho y caña. ¡Eh!

MUD: ¡Usted nos ha engañado¡ ¡Usted nunca ha querido dialogar!

Dicho eso, los representantes de la MUD se levantaron y se retiraron.
Al salir del palacio de Miraflores los esperaba la consabida banda de malandros asalariados con camisas y boinas rojas que les lanzaron una lluvia de piedras, botellas, huevos podridos y otras inmundicias al grito de ¡Traidores! ¡Vendepatrias! ¡Pitiyanquis! ¡Escuálidos! ¡Patria, socialismo o muerte! ¡Viva nuestro querido comandante en jefe presidente! ¡Mueran los oligarcas!

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