Jovito Alcides Villalba/ND
21 Marzo, 2011
Mi suegra dice: que sus vecinas van a votar todas por el candidato de la unidad democrática que salga de las primarias de la oposición. Cuándo le pregunto. ¿Por qué?. Ella responde: porque ese es el mejor candidato para derrotar a Chávez.
Lleva razón la suegra, el mejor candidato será el que salga de esas primarias, que todos deseamos se fije la fecha de inmediato y que se realicen en noviembre de este año, pero, además de esa línea política correcta, hay que atacar tambien ciertos mitos que se han venido creando, casi como sabiduría colectiva convencional. Hay dos de esos mitos que es preciso desmontar, veamos.
El candidato debe ser joven. Para iniciar la demostración de lo absurdo de ese planteamiento habría que decir que Chávez llega al poder cuando tenia 46 añitos y solo 13 le han bastado para destruir el país. Lo mismo podríamos decir de sus congeneres: Fidel Castro(33), de Francisco Franco (46), de Benito Mussolini (39) y hasta del cabo maldito, Adolfo Hitler(44) todos muchachones, casi chamos que llevaron a sus respectivos paises al foso siendo una dolorosa experiencia para la humanidad.
Dependiendo del nivel de gobierno al cual nos refiramos, creo que sigue siendo preferible que los más altos estén en manos de gente experimentada, con suficientes horas de vuelo y guáramo, para enfrentar los despropósitos desestabilizadores que serán la comidilla de todos los días durante el próximo gobierno. Los viejos solemos desconfiar de los jóvenes porque hemos sido jóvenes.
Los más jóvenes podrán y deberán seguir su proceso de entrenamiento en los niveles regionales y municipales, mientras llega su tiempo de madurez. La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo, es una lastima que nos curemos de ella tan pronto.
Los precandidatos jóvenes no tienen nada que temer, pues son gente que ya ha dado sus primeros frutos y son tan buenos que, seguramente, los proyectarán hacia las máximas posiciones en el futuro.
La otra falacia del perfil que viene siendo aupada por los chavecistas y los agentes de la antipolítica, es que el candidato no debe haber estado vinculado con los gobiernos del pasado.
Esto, mas que una falacia, es una concesión ideológica a quienes justificaron el golpe de estado chavecista contra CAP, faltándole 7 meses para dejar el gobierno.
Es una concesión a quienes quieren negar el papel constructivo de los 40 años de democracia, en lo material y en lo espiritual, a quienes pretenden ocultar el inmenso fracaso de este desgobierno y la responsabilidad que le cabe por haber introducido entre los venezolanos, a nombre de una supuesta y delirante lucha de clases, el más inmenso odio, odio que atizan diariamente en cada oportunidad que se les presenta, creyendo qcon ello lograran mantenerse en el poder.
Hoy por hoy, los políticos, técnicos y en general trabajadores que estuvieron ligados a los ocho gobiernos de la democracia se sienten, sin por ello compartir las aberraciones y errores de los mismos, muy orgullosos de haber contribuido con su esfuerzo a sentar las bases del espíritu democrático de esta sociedad y de la base material productiva que logró modificar, sustancialmente, el ingreso de los trabajadores y la disminución notoria de nuestra pobreza ancestral, heredada de las dictaduras militares del pasado, que como esta, se cebaron en el tesoro nacional haciéndolo parte de su peculio.
Superando estas falacias lograremos el mejor candidato y con el certificaremos, en el 2012, que el prestigio de Chávez es un prestigio que se fue
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