"Nuestra meta es matar la polarización"
"La MUD avanza en el tema electoral, pero ha relegado la protesta ciudadana"
ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL
domingo 20 de marzo de 2011 12:00 AM
A cuatro años de haberse convertido en el fenómeno político venezolano más inquietante e inesperado de la primera década del siglo y luego de vencer a Chávez en las urnas, la generación del 2007 se reagrupa y organiza en un movimiento que se define tanto por lo que es como por lo que no quiere ser.
"Generación Libre no es una ONG. No es un partido. No apoya precandidato alguno de oposición. Carece de ideología. No pretende la conquista del poder (sólo regularlo) Es un movimiento inorgánico, amplio, abierto, de carácter nacional, cuyos afiliados pueden pertenecer o no a un partido político, ser estudiantes o no".
Lester Toledo es quien desgaja las singularidades de un movimiento que nació por combustión espontánea, el 28 de mayo del 2007, a horas del cierre de RCTV, cuando la gran mayoría de los venezolanos parecía resignada a reconocer, en silencio y pasividad, la entronización de un poder omnímodo e indefinido encarnado en la figura de Hugo Chávez.
Pero sólo 6 meses después el hombre que apenas un año antes había logrado una victoria arrolladora caía derrotado por una vanguardia estudiantil que, surgida de la nada, rescató un sentimiento nacional a partir de cuyo afianzamiento las fuerzas democráticas no han dejado de ganar espacios políticos perdidos durante los primeros 6 años del chavismo.
Para unos tipos que andan aún por la veintena, muchos ya graduados, la nostalgia es algo lejano. Se organizan con el aporte de las generaciones posteriores, pero amplían su radio de convocatoria, acogen "viejitos" (la juventud es circunstancia, no requisito) y es obvio que su agenda política va mucho más allá de las reivindicaciones estudiantiles (en realidad siempre las trascendieron). No obstante su convocatoria se extiende a tres tipos de jóvenes: estudiantes, dirigentes comunitarios y profesionales.
A pesar de haber entrado en la política como profesión, de confrontar con éxito la dura prueba del 2007 y de dejar el liderazgo estudiantil, fue posible observar como aun conservan la frescura, un poco menos la inocencia, en larga y tendida conversación con cinco de ellos: Yon Goicoechea, abogado, independiente; Freddy Guevara, concejal Metropolitano, comunicador social y dirigente de Voluntad Popular; Lester Toledo, abogado, dirigente de Voluntad Popular; Jesús González, estudiante de ingeniería, dirigente de Primero Justicia; y Reinaldo Díaz, estudiante de derecho e independiente. No obstante, reivindican las generaciones posteriores, sus dirigentes y las actuales luchas del movimiento estudiantil a las cuales asisten y apoyan.
Dice Yon que la iniciativa partió de un diagnóstico sobre la situación nacional y por "el acelerón que dio Chávez al proceso luego de las elecciones parlamentarias y la Ley Habilitante". Guevara asienta que luego de la pelea contra la reforma constitucional y la enmienda, de asumir algunos militancia partidista y e irse abriendo individualmente, decidieron juntarse de nuevo en un movimiento que no pretende ser una nueva Coordinadora Democrática, ni mucho menos asumir el papel de la Mesa de la Unidad.
Para Goicoechea "la MUD avanza en el tema electoral, pero ha relegado la protesta ciudadana". Sostiene que "debemos ir al encuentro de la gente y asumir un esquema de resistencia que tiene mucha legitimidad. Una estrategia que no se quede en lo electoral".
" Como Chávez no es demócrata (asienta González) se impone ocupar otro espacios, organizar a los jóvenes en la defensa de los derechos civiles mediante el método de la no violencia. El camino es la lucha pacífica pero de resistencia activa". Lester agrega que el "objetivo es luchar contra el desempleo, la pobreza, la exclusión social, los derechos humanos".
Le preguntamos si esos objetivos no son propios de la MUD y Lester responde que "a medida que se acercan las elecciones la MUD estará cada vez más ocupada en la campaña y en organizar las primarias".
Pero esto no significa que obvien el tema electoral, para el cual preparan lo que llaman la segunda mitad del proceso, aquella que permita rubricar un eventual triunfo en diciembre del 2012: "Nuestro objetivo (dice Goicoechea) es garantizar una organización nacional en defensa de los derechos de los votantes. Si no se gana, el esfuerzo no habrá sido en vano.Si se gana, estaremos listos para defender la victoria. La presión política es fundamental para resolver los problemas que puedan surgir, siempre evitando la violencia, porque si estamos organizados y sabemos cómo actuar, tendremos, al menos, 182 formas de protesta pacifica".
Sobre las diferencias que tienen ante el proceso electoral interno, acordaron poner pausa 5 semanas antes de las primarias y así cada quien podrá trabajar por su candidato.
Pero quedan flecos sueltos como de qué manera organizar un movimiento "no orgánico", tal y como ellos lo definen y hasta qué punto aceptarán los partidos esa especie de organización paralela en que se puede convertir Generación Libre.
"Es un sentimiento que parte del respeto a la individualidad de cada quien", responde Díaz. "Soy ucabista e independiente, pero compartimos principios básicos en defensa de los derechos, de la vida y de la democracia y a los partidos les interesa todo tipo de apoyo en la promoción del voto". A lo cual agrega Goicoechea que no necesariamente los venezolanos debemos enmarcarnos en una concertación tipo Chile.
Si son tan amplios ¿por qué no invitan a los jóvenes del PSUV a participar en su iniciativa, les preguntamos y Guevara responde: "Ojalá estuvieran con nosotros, pero la intolerancia se los impide. Para nosotros los derechos no se negocian ni se suplican. Se exigen. Los jóvenes oficialistas dicen que actuamos contra los intereses del país, cuando son sus intereses los que se alejan de los intereses de los venezolanos. En todo caso nuestra intención es matar la polarización, conquistar la libertad de toda una generación y estamos seguros que a partir del 2012 los jóvenes chavistas recobrarán su libertad.
"Generación Libre no es una ONG. No es un partido. No apoya precandidato alguno de oposición. Carece de ideología. No pretende la conquista del poder (sólo regularlo) Es un movimiento inorgánico, amplio, abierto, de carácter nacional, cuyos afiliados pueden pertenecer o no a un partido político, ser estudiantes o no".
Lester Toledo es quien desgaja las singularidades de un movimiento que nació por combustión espontánea, el 28 de mayo del 2007, a horas del cierre de RCTV, cuando la gran mayoría de los venezolanos parecía resignada a reconocer, en silencio y pasividad, la entronización de un poder omnímodo e indefinido encarnado en la figura de Hugo Chávez.
Pero sólo 6 meses después el hombre que apenas un año antes había logrado una victoria arrolladora caía derrotado por una vanguardia estudiantil que, surgida de la nada, rescató un sentimiento nacional a partir de cuyo afianzamiento las fuerzas democráticas no han dejado de ganar espacios políticos perdidos durante los primeros 6 años del chavismo.
Para unos tipos que andan aún por la veintena, muchos ya graduados, la nostalgia es algo lejano. Se organizan con el aporte de las generaciones posteriores, pero amplían su radio de convocatoria, acogen "viejitos" (la juventud es circunstancia, no requisito) y es obvio que su agenda política va mucho más allá de las reivindicaciones estudiantiles (en realidad siempre las trascendieron). No obstante su convocatoria se extiende a tres tipos de jóvenes: estudiantes, dirigentes comunitarios y profesionales.
A pesar de haber entrado en la política como profesión, de confrontar con éxito la dura prueba del 2007 y de dejar el liderazgo estudiantil, fue posible observar como aun conservan la frescura, un poco menos la inocencia, en larga y tendida conversación con cinco de ellos: Yon Goicoechea, abogado, independiente; Freddy Guevara, concejal Metropolitano, comunicador social y dirigente de Voluntad Popular; Lester Toledo, abogado, dirigente de Voluntad Popular; Jesús González, estudiante de ingeniería, dirigente de Primero Justicia; y Reinaldo Díaz, estudiante de derecho e independiente. No obstante, reivindican las generaciones posteriores, sus dirigentes y las actuales luchas del movimiento estudiantil a las cuales asisten y apoyan.
Dice Yon que la iniciativa partió de un diagnóstico sobre la situación nacional y por "el acelerón que dio Chávez al proceso luego de las elecciones parlamentarias y la Ley Habilitante". Guevara asienta que luego de la pelea contra la reforma constitucional y la enmienda, de asumir algunos militancia partidista y e irse abriendo individualmente, decidieron juntarse de nuevo en un movimiento que no pretende ser una nueva Coordinadora Democrática, ni mucho menos asumir el papel de la Mesa de la Unidad.
Para Goicoechea "la MUD avanza en el tema electoral, pero ha relegado la protesta ciudadana". Sostiene que "debemos ir al encuentro de la gente y asumir un esquema de resistencia que tiene mucha legitimidad. Una estrategia que no se quede en lo electoral".
" Como Chávez no es demócrata (asienta González) se impone ocupar otro espacios, organizar a los jóvenes en la defensa de los derechos civiles mediante el método de la no violencia. El camino es la lucha pacífica pero de resistencia activa". Lester agrega que el "objetivo es luchar contra el desempleo, la pobreza, la exclusión social, los derechos humanos".
Le preguntamos si esos objetivos no son propios de la MUD y Lester responde que "a medida que se acercan las elecciones la MUD estará cada vez más ocupada en la campaña y en organizar las primarias".
Pero esto no significa que obvien el tema electoral, para el cual preparan lo que llaman la segunda mitad del proceso, aquella que permita rubricar un eventual triunfo en diciembre del 2012: "Nuestro objetivo (dice Goicoechea) es garantizar una organización nacional en defensa de los derechos de los votantes. Si no se gana, el esfuerzo no habrá sido en vano.Si se gana, estaremos listos para defender la victoria. La presión política es fundamental para resolver los problemas que puedan surgir, siempre evitando la violencia, porque si estamos organizados y sabemos cómo actuar, tendremos, al menos, 182 formas de protesta pacifica".
Sobre las diferencias que tienen ante el proceso electoral interno, acordaron poner pausa 5 semanas antes de las primarias y así cada quien podrá trabajar por su candidato.
Pero quedan flecos sueltos como de qué manera organizar un movimiento "no orgánico", tal y como ellos lo definen y hasta qué punto aceptarán los partidos esa especie de organización paralela en que se puede convertir Generación Libre.
"Es un sentimiento que parte del respeto a la individualidad de cada quien", responde Díaz. "Soy ucabista e independiente, pero compartimos principios básicos en defensa de los derechos, de la vida y de la democracia y a los partidos les interesa todo tipo de apoyo en la promoción del voto". A lo cual agrega Goicoechea que no necesariamente los venezolanos debemos enmarcarnos en una concertación tipo Chile.
Si son tan amplios ¿por qué no invitan a los jóvenes del PSUV a participar en su iniciativa, les preguntamos y Guevara responde: "Ojalá estuvieran con nosotros, pero la intolerancia se los impide. Para nosotros los derechos no se negocian ni se suplican. Se exigen. Los jóvenes oficialistas dicen que actuamos contra los intereses del país, cuando son sus intereses los que se alejan de los intereses de los venezolanos. En todo caso nuestra intención es matar la polarización, conquistar la libertad de toda una generación y estamos seguros que a partir del 2012 los jóvenes chavistas recobrarán su libertad.
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