RAFAEL BELLO | EL UNIVERSAL
martes 15 de marzo de 2011 12:00 AM
La voluntad de cambio que hay en el país toma cuerpo con la actitud decidida de dos grandes sectores de la población, que emergen con la fuerza formidable de unión y firmeza contra el continuismo autoritario que pretende eternizarse en el poder. Estos sectores son los estudiantes y los trabajadores. Los trabajadores en su más auténtica expresión de lucha en defensa de lo que les es propio y representa ideario de sus luchas: una sociedad libre con el imperativo de los derechos fundamentales que son pertinentes en un estado de derecho. Esa lucha la llevan adelante los trabajadores en diferentes regiones del país.
Venezuela ha visto crecer el movimiento estudiantil en la defensa de los postulados democráticos. La lucha estudiantil es cívica, inteligente y valiente a toda prueba. No se arredra ante las amenazas y agresiones del oficialismo. La lucha estudiantil no está concentrada en Caracas solamente, está presente con el mismo ímpetu de lucha contra todo modelo aventurero y funesto en todo el país, porque en toda Venezuela se rechaza cuanto sea capaz de oprimir, pervertir y condenar al atraso a millones de habitantes que convivieron con la libertad e hicieron causa común con la modernidad. Y por esa nación que se abría paso rumbo al desarrollo, estudiantes y trabajadores luchan unidos.
Ahora el atraso fluye a cántaros en el imperio maldito de la ignorancia que deja profundas dolencias en la familia venezolana, víctima del bandolerismo de los bajos fondos.
Naturalmente que los temores del régimen no son infundados. Y tiene piquete de certeza puesto que, para su intranquilidad y desgracia, están en las calles de la patria querida y buena, los estudiantes y los trabajadores en su defensa flameando las banderas del cambio. Esta dupla hace temblar a los tiranos.
Venezuela ha visto crecer el movimiento estudiantil en la defensa de los postulados democráticos. La lucha estudiantil es cívica, inteligente y valiente a toda prueba. No se arredra ante las amenazas y agresiones del oficialismo. La lucha estudiantil no está concentrada en Caracas solamente, está presente con el mismo ímpetu de lucha contra todo modelo aventurero y funesto en todo el país, porque en toda Venezuela se rechaza cuanto sea capaz de oprimir, pervertir y condenar al atraso a millones de habitantes que convivieron con la libertad e hicieron causa común con la modernidad. Y por esa nación que se abría paso rumbo al desarrollo, estudiantes y trabajadores luchan unidos.
Ahora el atraso fluye a cántaros en el imperio maldito de la ignorancia que deja profundas dolencias en la familia venezolana, víctima del bandolerismo de los bajos fondos.
Naturalmente que los temores del régimen no son infundados. Y tiene piquete de certeza puesto que, para su intranquilidad y desgracia, están en las calles de la patria querida y buena, los estudiantes y los trabajadores en su defensa flameando las banderas del cambio. Esta dupla hace temblar a los tiranos.
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