TOMAS HORACIO HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
domingo 20 de marzo de 2011 05:45 PM
La situación en Libia ha dejado muy solo y muy mal parado al presidente venezolano. Ahmadinejad rechazó recientemente las acciones del líder Libio, Castro también se mostró en desacuerdo con los ataques aéreos por las fuerzas de Gadafi que cobran la vida de cientos de civiles, el Consejo de Seguridad de la ONU ya ha aprobado una resolución que permite el uso de la fuerza para imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y para proveer asistencia y protección a la población civil de ese país, la OTAN y la Liga Árabe respaldan la medida que autoriza a los estados miembros de la ONU a tomar todas las medidas necesarias para impedir el vuelo de los aviones de Gadafi, y mientras todo esto sucede, aquí se habla de un diálogo y del imperio.
Ahora la situación sí evoluciona en su complejidad. Todavía es incierto hasta que punto los países se van a involucrar en Libia. Si bien todas las fichas están puestas en EEUU, su protagonismo es dudoso ya que lo menos que quiere el gobierno americano es iniciar otra guerra cuando se les prometió a sus ciudadanos que el proyecto era salirse de Afganistán e Iraq cuanto antes. De tal manera que todo indica que los que deben tomar la batuta en este asunto es Francia y Reino Unido.
El mundo entero ha sido cómplice de las barbaridades que han salido de Miraflores. Mientras la comunidad internacional se lamenta de los hechos que ocurren en Libia y opinan críticamente sobre las atrocidades cometidas por el líder libio, los voceros rojos todavía lo ven con ojos de enamorada. El apoyo del presidente venezolano ha sido a tal nivel, que no se ha dignado a manifestarse sobre una de las ultimas declaraciones de su compadre Gadafi en la cual amenazó de aliarse con Al Qaeda y declarar una guerra santa si se llegasen a involucrar los países de occidente en Libia.
Saquen ustedes sus conclusiones pero el Sol no se puede tapar con un dedo. Estamos haciendo el ridículo. Pero eso sí, lo estamos haciendo SOLOS.
Ahora la situación sí evoluciona en su complejidad. Todavía es incierto hasta que punto los países se van a involucrar en Libia. Si bien todas las fichas están puestas en EEUU, su protagonismo es dudoso ya que lo menos que quiere el gobierno americano es iniciar otra guerra cuando se les prometió a sus ciudadanos que el proyecto era salirse de Afganistán e Iraq cuanto antes. De tal manera que todo indica que los que deben tomar la batuta en este asunto es Francia y Reino Unido.
El mundo entero ha sido cómplice de las barbaridades que han salido de Miraflores. Mientras la comunidad internacional se lamenta de los hechos que ocurren en Libia y opinan críticamente sobre las atrocidades cometidas por el líder libio, los voceros rojos todavía lo ven con ojos de enamorada. El apoyo del presidente venezolano ha sido a tal nivel, que no se ha dignado a manifestarse sobre una de las ultimas declaraciones de su compadre Gadafi en la cual amenazó de aliarse con Al Qaeda y declarar una guerra santa si se llegasen a involucrar los países de occidente en Libia.
Saquen ustedes sus conclusiones pero el Sol no se puede tapar con un dedo. Estamos haciendo el ridículo. Pero eso sí, lo estamos haciendo SOLOS.
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