Chávez recibirá otra botija de plata del imperio, pero la gastará en lo mismo: más demagogia
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
miércoles 16 de marzo de 2011 12:00 AM
La política económica de Chávez y su carnal Jorge Giordani, va rápido y sin tropiezos rumbo a otra inflación cercana a 30%, otra devaluación y otra temporada de altísimas importaciones. Nadie invierte, nadie produce, todo está paralizado. Si no fuera por el petróleo, Venezuela sería una economía típica centroamericana; es decir hundida en la miseria sin remedio. Pero hay petróleo, que aunque sea socialista y cada vez se produce menos, lo compra el imperio. Y paga bien y al día. No como los chuletas cubanos o los bolivianos. Tan bien paga el imperio que alcanza para Sean Penn y los vividores de su estilo que ya saben cuál es el tumbaito de micomandante para sacarle real en segundos. Jale y pida. Así funciona.
Pero hay un problema cada vez más evidente. Ya los reales no alcanzan. Desde hace rato la cúpula militar del Gobierno decidió tapar con deuda los huecos que están dejando la ineficiencia y la robadera en Pdvsa, las quiebras en las empresas básicas y las ruinas en las empresas estatizadas. Aunque Giordani vaya a la Asamblea a contar historias de comiquitas, el endeudamiento de la República y de Pdvsa se va por encima de los 70 mil millones de dólares. Es decir, el socialismo pirata se financia con mecanismos capitalistas y a costa del futuro de los gobernados. Casi nada.
Pero ni así alcanza. Es de tal magnitud la irresponsabilidad chavista en materia de manejo de recursos públicos que ya el mismísimo líder le está dando destino a los dólares extraordinarios que entrarán por las revueltas democráticas en África y Medio Oriente y la fiesta de sangre del hermanazo criminal de Chávez, el héroe de Libia, el coronel Gadafi. Y el destino no es otro que más populismo, gasto improductivo, más becas, más ministerios, más botadera de plata. Para algo sirven las cadenas. Por una parte se refrescan todas las mentiras, más allá de los chistes malos y la habladera de paja. Por la otra, se inventa al momento cómo gastar los reales de la manera más bárbara.
Nuevos ministerios para aumentar la nómina, ante la incapacidad de generar empleos productivos. Becas para el que haga las mejores empanadas socialistas. Becas para quien grite Viva Chávez más duro. Becas para quien jale mejor, becas para el niño que recite mejor el poema donde se relata la última hazaña de Chávez. Es decir, real capitalista para cazar votos.
Con esa estrategia y aferrado a la muy acendrada cultura criolla de pedir y recibir sin pena, de dejarse mantener, de adular para recibir, eso puede ganar votos, pero con toda seguridad la miseria y el machorreo que vemos diariamente en el país seguirá igual o peor. Ha sido parroquialismo, mentiras y atraso en el poder.
Para el 2021 seremos como Haití.
Pero hay un problema cada vez más evidente. Ya los reales no alcanzan. Desde hace rato la cúpula militar del Gobierno decidió tapar con deuda los huecos que están dejando la ineficiencia y la robadera en Pdvsa, las quiebras en las empresas básicas y las ruinas en las empresas estatizadas. Aunque Giordani vaya a la Asamblea a contar historias de comiquitas, el endeudamiento de la República y de Pdvsa se va por encima de los 70 mil millones de dólares. Es decir, el socialismo pirata se financia con mecanismos capitalistas y a costa del futuro de los gobernados. Casi nada.
Pero ni así alcanza. Es de tal magnitud la irresponsabilidad chavista en materia de manejo de recursos públicos que ya el mismísimo líder le está dando destino a los dólares extraordinarios que entrarán por las revueltas democráticas en África y Medio Oriente y la fiesta de sangre del hermanazo criminal de Chávez, el héroe de Libia, el coronel Gadafi. Y el destino no es otro que más populismo, gasto improductivo, más becas, más ministerios, más botadera de plata. Para algo sirven las cadenas. Por una parte se refrescan todas las mentiras, más allá de los chistes malos y la habladera de paja. Por la otra, se inventa al momento cómo gastar los reales de la manera más bárbara.
Nuevos ministerios para aumentar la nómina, ante la incapacidad de generar empleos productivos. Becas para el que haga las mejores empanadas socialistas. Becas para quien grite Viva Chávez más duro. Becas para quien jale mejor, becas para el niño que recite mejor el poema donde se relata la última hazaña de Chávez. Es decir, real capitalista para cazar votos.
Con esa estrategia y aferrado a la muy acendrada cultura criolla de pedir y recibir sin pena, de dejarse mantener, de adular para recibir, eso puede ganar votos, pero con toda seguridad la miseria y el machorreo que vemos diariamente en el país seguirá igual o peor. Ha sido parroquialismo, mentiras y atraso en el poder.
Para el 2021 seremos como Haití.
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