En: http://www.lapatilla.com/site/2014/10/26/jose-guerra-la-caida-de-los-precios-del-petroleo/
José Guerra
Los precios internacionales del petróleo han venido disminuyendo
sostenidamente desde finales de julio de 2014 debido a un conjunto de
factores entre los que resaltan los siguientes. En primer lugar, el
menor ritmo de crecimiento de la economía mundial. Al crecer menos las
economías la demanda de petróleo disminuye. En segundo lugar, por el
aumento de la producción de los Estados Unidos, como resultado de la
política que sigue este país de procurar depender lo menos posible del
petróleo importado. Y finalmente, porque Arabia Saudita se mantiene
firme en el sostenimiento de sus mercados para lo cual le conviene un
precio cercano a los US$ 80 por barril, pero no un precio excesivamente
elevado como el que se ha observado desde comienzo de año.
Sin embargo, no es la caída del precio del petróleo lo que explica la
crisis económica que sufre Venezuela por cuanto ya la economía se venía
contrayendo desde septiembre de 2013. Ciertamente, una declinación de
los precios petroleros puede agudizar la situación calamitosa en que se
encuentra la economía porque Venezuela no ahorró un solo dólar de la
montaña de ingresos que recibió cuando el petróleo no hacía sino subir
de precio. Se despilfarraron esos ingresos y además se endeudó al país,
al punto tal que ahora se dedica más recursos a pagar la deuda que lo
que se destina a la salud y la educación. Mientras la gran mayoría de
los países petroleros acumuló una porción importante de sus ingresos,
Venezuela los gastó en su totalidad. Por ejemplo, Arabia Saudita, entre
el año 2000 y 2013, logró ahorrar más de US$ 700.000 millones, que hoy
le permiten soportar con tranquilidad la declinación de los precios del
crudo.
Si con un precio del petróleo que durante el primer semestre de 2014
bordeó los US$ 100 por barril había escasez de bienes y de divisas,
habrá que imaginar lo que podría suceder si el precio sigue
disminuyendo. Ello encontraría al país en una situación de precariedad
absoluta, que puede agravar la actual crisis, con sus secuelas de alto
costo de la vida y desabastecimiento. A todo esto se une un lamentable
cuadro de PDVSA, que aunque parezca increíble, está importando petróleo
y gasolina en vista de la caída de los niveles de producción. Es tan
grave la situación de esa empresa que su nómina la está pagando el Banco
Central de Venezuela, mediante la impresión de billetes, por cuanto los
ingresos de la compañía son insuficientes, debido a su enorme carga
burocrática y a los excesivos gastos. La caída de la producción
petrolera se está reflejando en el hecho que PDVSA ha tenido que
importar petróleo desde Argelia y Rusia para poder alimentar a sus
refinerías. Es la primera vez que esto sucede. Desde que comenzó la
producción comercial del petróleo en 1918, Venezuela fue un país
exportador. Ahora se ha perdido parcialmente la soberanía energética.
Venezuela está ante el fracaso de un modelo económico que destruyó el
parque industrial y liquidó la agricultura y la ganadería, con lo cual
se ha profundizado la dependencia agroalimentaria del país y de ser
exportador de rubros como el arroz y el café, ahora somos importadores
de esos bienes.
Ojalá que esta baja de los precios del petróleo permita cambiar de
modelo económico y adoptar uno que impulse la producción nacional y
promueva la diversificación de la economía, para así aumentar el ingreso
y recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores.
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