Por Danny Leguízamo @DannyLeguizamo.-
En el acto celebrado en Los Palos Grandes, Chúo Torrealba dijo que se efectuarían 50 mil actos de calle aclarando que los mismos tendrían “todas las magnitudes, pero sin poner a la gente a tragar gas detrás de una barricada”, refiriéndose de manera indirecta al tema de la salida y los hechos de violencia conexos.
Saliendo del conversatorio, al día siguiente inició recorrido por el estado Sucre tal y como lo había advertido: se fue a lo más pequeño, a los sectores abandonados que quieren un cambio. Levantó la mano de Karla Andreina de Franceschi, la viuda del alcalde asesinado Enrique Franceschi en Río Caribe, estado Sucre, y de ella aseguró que sería una “alcaldesa para todos”. De alcanzar la victoria, esta militante de Acción Democrática repetiría la historia de San Cristóbal y San Diego, pero con el añadido de que el fallecido Franceschi ganó con una mínima diferencia de votos y hubo división en el chavismo: no es una alcaldía fácil. Torrealba también hizo lo propio en Cariaco y Pericantar, otro de los sectores considerados de fuerte apoyo para el gobierno bajo la consigna: “llegar donde pocos llegan, pero donde muchos viven”.
Luego se fue a Nueva Esparta y se reunió con Alfredito Díaz desde el popular mercado de Los Cocos, a quien le dedicó estas palabras: “Es un alcalde que chavistas y opositores quieren”. Allí conversó con discapacitados y gente de a pie, donde algún comprador le manifestó “soy chavista y estoy contigo, quiero unión y paz”.
Comienzan a materializarse las diferencias en el accionar de Torrealba con respecto a su antecesor, Ramón Guillermo Aveledo. Está yendo “a la Venezuela profunda”; a esos sectores donde el chavismo arrasa y la oposición era solamente una referencia lejana. Así calienta la calle la MUD con el nuevo secretario ejecutivo: muy distante de los comunicados de prensa, pero también lejos de las guarimbas y los altercados con la policía.
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