Gloria Cuenca
“Miénteme
más, que me hace tu maldad feliz”, dice la canción. Se usa cuando el amor
termina y no se resiste la verdad de saber que se acabó. En las palabras de la
canción se prefiere el engaño. Aquí, en Venezuela, a lo único que se ama, por
lo que se ve, es al billete verde de los dólares y al poder político. ¿Al
pueblo, a los pobres? No hay afecto por ellos. Nótese cómo se los engaña, o se
pretende embaucarlos. ¿Será qué el régimen cree que los venezolanos nos creemos
sus embustes, y que, además nos gustan, como en el bolero?
Se dice que “no hay nada oculto entre cielo y tierra”. Tampoco en esto la gente del alto gobierno piensa. Como muchos mentirosos, dicen sus embustes y se los creen ellos mismos. Se autoconvencen de que están siendo transparentes y diciendo que es verdad lo que inventan. Dos periodistas, Manuel Malaver y Manuel I. Molina, han relatado con bastante precisión lo ocurrido. Por otra parte, los colegas que cubren la fuente de sucesos en los medios impresos independientes han narrado los hechos de acuerdo con las investigaciones que adelanta el Cicpc, y que la alta jefatura gubernamental se empeña en transformar en una gesta heroica, pero que de heroica no tiene nada.
Impresiona la falta de información en la televisión y la desinformación, de eso se trata en los medios oficialistas. Por supuesto, cualquier asesinato es repudiable, más aún el ensañamiento que se nota en este caso, como han dicho los expertos criminólogos que lo han estudiado y analizado, pero de allí a transformar a la víctima en mártir, hay un gran trecho. La dirección del oficialismo, no sabemos hasta dónde piensa llegar con estas cosas.
Aprovecho este espacio para insistir, no creemos en sus historias. No somos masoquistas, para que nos guste “su maldad”, y nos haga feliz.
En el Cicpc hay excelentes investigadores que pueden lograr con seriedad conocer lo sucedido y presentar los hechos bastante aproximados a la verdad. Se evidenció que hay un vínculo muy cercano, por cierto, entre algunos miembros de los colectivos y gente que tiene prontuario en lugar de currículum, como dice Berenice Gómez. Deben, quienes nos gobiernan, dejar de pensar en los venezolanos como idiotas, manipulables e ingenuos, que creemos en la utopía cerrada y fracasada del socialismo del siglo XXI o del comunismo cubano.
Se dice que “no hay nada oculto entre cielo y tierra”. Tampoco en esto la gente del alto gobierno piensa. Como muchos mentirosos, dicen sus embustes y se los creen ellos mismos. Se autoconvencen de que están siendo transparentes y diciendo que es verdad lo que inventan. Dos periodistas, Manuel Malaver y Manuel I. Molina, han relatado con bastante precisión lo ocurrido. Por otra parte, los colegas que cubren la fuente de sucesos en los medios impresos independientes han narrado los hechos de acuerdo con las investigaciones que adelanta el Cicpc, y que la alta jefatura gubernamental se empeña en transformar en una gesta heroica, pero que de heroica no tiene nada.
Impresiona la falta de información en la televisión y la desinformación, de eso se trata en los medios oficialistas. Por supuesto, cualquier asesinato es repudiable, más aún el ensañamiento que se nota en este caso, como han dicho los expertos criminólogos que lo han estudiado y analizado, pero de allí a transformar a la víctima en mártir, hay un gran trecho. La dirección del oficialismo, no sabemos hasta dónde piensa llegar con estas cosas.
Aprovecho este espacio para insistir, no creemos en sus historias. No somos masoquistas, para que nos guste “su maldad”, y nos haga feliz.
En el Cicpc hay excelentes investigadores que pueden lograr con seriedad conocer lo sucedido y presentar los hechos bastante aproximados a la verdad. Se evidenció que hay un vínculo muy cercano, por cierto, entre algunos miembros de los colectivos y gente que tiene prontuario en lugar de currículum, como dice Berenice Gómez. Deben, quienes nos gobiernan, dejar de pensar en los venezolanos como idiotas, manipulables e ingenuos, que creemos en la utopía cerrada y fracasada del socialismo del siglo XXI o del comunismo cubano.
Vía Últimas Noticias
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